domingo, 24 de octubre de 2010



LAS VOCES DE LOS OTROS


Para Gabrielle, Hámnet, Alesia y Magari,

 con el amor de papá.




“Las voces de los otros”: Síntesis de toda una obra

Realizando un análisis a la trayectoria literaria y poética de Guillermo Delgado podremos observar que a lo largo de su vida constantemente ha lidiado y seguirá lidiando grandemente en dos aspectos totalmente antagónicos: “la de amar y odiar sin compasión”, un amor y un odio que se enlaza formidablemente con el pesimismo, con los adioses sin retorno y con la muerte; indudablemente “las voces de los otros” no es la excepción.

Guillermo me dio el gran honor de ser una de la primeras personas en leer este poemario, el cual he leído, estudiado, analizado y sintetizado con gran deleite, pues considero que con estos versos, Guillermo, ha llegado a la madurez con la que todo intelectual, y  más aun todo poeta, sueña alcanzar. Una madurez que se logra sólo con el trabajo y el estudio, puesto que sus versos advierten una gran influencia de los representantes de la “Edad de oro” (titulo que mas agrada a Guillermo), sobretodo del llamado”primer renacimiento”, cuyo mas ínclito representante fue Garcilaso de la vega. Versos como “…yo la amo/ tristeza…”, conjugan armoniosamente en las antítesis. El amor, el amor y la musicalidad, la sensualidad y el culto a la belleza son una constante  en sus versos; muy barroquista, a pesar que mas es de su preferencia la versificación libre; y por sobre todo “ simbolista”, ya que sus versos  están  siempre cargados de efectos de luz y de color, que haciendo contraste con las sinestesias que iluminan sus versos da vida o muerte, luz o penumbra a toda su obra. Es por ello que “Las voces de los otros” es, sin duda, la síntesis de toda su obra literaria, obra que  indesligable de sus albedríos, forman parte de una muestra de sinceridad y veracidad de las cuitas que lo atormentaron a lo largo de su vida.

Guillermo Delgado nos ha devuelto la poesía académica, erudita, simbolista y de exquisito léxico poético. Sus versos son, como diría Charles Baudelaire en su poema “Le parfum” (El perfume): “… charme profond,magique,dont nous grise/ Dans le présent le passe restauré!...” (¡Encanto profundo, mágico, que nos gana /  en el presente y que restaura el pasado!), la soledad y el llanto lo perturban, “como un niño extraviado en la noche de un bosque infinito” y los acompañan desde siempre y para siempre.
Sin  más que decir, les doy la bienvenida a la” función de gala desde un palco a oscuras” de las “voces de los otros” y que una caricia roce sus sentidos.

Lima, jueves 1 de setiembre de 2005.
Jorge Dávila.







RAQUEL

Attendons dans le calme
Et le recuellement
RIMBAUD


Es el viento / que con sus brisas/
deshoja aquel manzano sin memoria.

Es la primavera o quizá el otoño
que te persigue a toda hora/
pequeña Raquel/
la que te hace olvidar los frutos
del manzano y las flores
de otros tiempos.

Que solo tú/ y tu sueño indefinible
respiren los aromas
del olvido.

Ya el silencio que acoge mi corazón
ha de escribir también/ a su manera/

la sobrevivencia del amor.





BESO TUS LABIOS…
Beso tus labios
de color carmín.

Cálida y roja
es la boca o flor
que en mi aliento
se abre o se deshoja.

Rosa, que antes
de mi boca,
tu aroma disipaste
 entre la hierba
como una dulce
y solitaria
mariposa.

Rio, mar,
tierra, aire,
 fuego, todo,
todo lo consumes
rosa alada.

Reina entre las flores:
roja, amarilla,
púrpura o rosada,
siempre a mis oídos
los ecos de tu amor
traerás

mujer amada.





ASI DE TRISTES LOS ADIOSES

Para Gabriela Aponte

Eres pequeña
 y juguetona
como una mariposa
 de agosto.

Cerillas que se encienden
son tus ojos
cuando me abrazas
tiernamente
con la necesidad
de amor que me perturba.

Cuando revoloteas
picara y tierna
con tus alitas de seda
en torno mío,
tu candor y tu ternura
despiertan mi corazón
 en los días de abril.

Tú eres así de turbadora.
en tus labios conocí
la emoción irrepetible
que desborda los sentidos.

Delirio tu risa,
ardiente tus labios
como tu voz atiplada
de niña
 traviesa.

Y ahora que el tiempo
arrebata tu vuelo
dejando atrás tu candidez,
soy tan solo esa flor
 que se confunde
de tu huerto
en su follaje.

(¿En qué momento
 mujer de mis ensueños
se encenderán tus alas
de cera y tu mirada
opaca llenara tus
ojos de negrura?).

Ahora que bajo tus alas
la brisa me trae una fresca
y tierna primavera/
mis ojos/ anegados
por esa ilusión juvenil
de otros tiempos/
desvanecen la ternura
de una vida recogida
en flor marchita
que resiste tus encantos.

Yo te quise/ me quisiste.

Tú seguirás viviendo
mariposa perdida
en otro aliento/
y yo seré cenizas
arrojadas en el mar

de tu recuerdo.





YO NO QUIERO UNA TUMBA...
Yo no quiero una tumba
ni una losa desnuda/
ni tampoco cenizas
donde vengas a orar.

Que mi voz hecha versos
se disperse en las olas
entre el viento que arrecia
y la espuma del mar.

Recordando las horas
he cerrado los ojos/
en un tiempo perdido
que me hacía llorar.

Hoy he vuelto, Cecilia,
ha soñarte de nuevo/
como ayer entre sombras
cual nocturno de sueños.

Y he pensado en la muerte
invadiendo el recuerdo/
de una rosa encendida
que se pierde en el tiempo.

Esa rosa traviesa
que recorre tu cuerpo
cual un cisne desnudo

que navega en el viento.





ROCÍO
Tu nombre:
lagrimas pasajeras
que se posan en las flores
y en las hojas
de mañana.

Rayos que se asoman
en tus senos
...en la aurora y el
otoño de la vida confundidos.

Otoño o aurora...qué más da,

si hay primavera en mi corazón.





BAJAS PASIONES...
Bajas pasiones
las que se escoden
cuando el trino de las aves
se inflaman con la aurora.

Suave es el canto
que trae una esperanza

a mi corazón a toda hora.





AQUÍ EN MI PECHO...
Aquí en mi pecho
se agitan las mareas
y las crestas de las olas
 de un mar embravecido

que tus labios calman.





TRISTEZA
Tristeza/ suspendida
en la cuerda de mi espíritu
regresas.

Clepsidra/ cáliz de sermón
dominical/ fuego de estío/
retornas complaciente
y puntual
como flor primaveral
en su último suspiro.

Qué poseo de ti/ que afanosa
me buscas hurgando en cada
paso de mi vida;
en cada voz de mi palabra
en cada sueño que se postra
en los labios de mi amada.

Yo la amo/ tristeza.

Primavera su risa. /
sus parpados otoñan
en mi pecho/ cuando
el amor revela sus secretos
entre sombras vespertinas; /
cuando su aliento nubla
mi cuerpo en caricias
innombrables/ y los ecos
de su voz/ que se apagan
en un canto matutino
nos revelan que la vida
merece una alegría.
( un niño juguetea
en el vientre de su madre)

Una sombra desvanece/
y el hijo se adormece
esperando una luz
que fucile sus pupilas.

Yo los amo/ tristeza.

Yo la amo/
y aun cuando ella
se eternice en mi cuerpo
en un abrazo/
yo estaré esperando/ compañera/
lazarilla de los muertos

que respiran.





ROSA PACÍFICA

Para Alejando Romualdo.

La rosa de Romualdo
es la presente/
la de Adán
la permanente.

parece que sin saberlo
hay rosas discrepantes/
en color, aroma y sutilezas/
frutos de vergeles diferentes/
que buscan desafiar
a quienes cantan/
su divina belleza deslumbrante.

aquella rosa sorprendida
cantada por Sologuren/
también rivaliza en colores
de aquella que inmortalizó
Valcárcel/ o de esa rosa
señera cantada por
Arturo Corcuera.

yo he cantado también
a tu encanto/ rosa atesorada/
fragancia de flor ensimismada/
de olor, candor y arrogancia.

rosa pura, vanidosa y encendida/
juguete del viento desflorada/
buscando estoy quimera/
donde encontrar quisiera
una rosa tierna, dulce, pacifica/
pétalos que en una sola rosa

todos los cantos hubiera.





AÑORO TU MIRADA REDENTORA...

Añoro tu mirada redentora
cuando siento a  mi alma prisionera,
en duelo, por no tenerte en esta hora
en que  el mundo es un rio sin ribera.

El agua que desborda de ese rio
aniega mi alma de dolor y de nostalgia,
será por eso que a veces me sonrió
tratando de ocultar esta desgracia.

Pero aun cuando la pena me devora
y el desaliento a ratos me atormenta,
suelo pensar en ti, Cindy querida.

Reclama en su memoria tu presencia
aquel para quien eres quien te adora,

bálsamo de amor que das la vida.





ME ASOMBRA EL BRILLO...
Me asombra el brillo
de tus ojos,
y más,
la fuerza rejuvenecedora

que tiene tu amor.





LA LUZ QUE TÚ ME NIEGAS

Sólo un paso mío
y todo será luz

¿Será tu voz en sombras
la que guie mis ojos?

¡Oh! Dios
que se oiga tu voz

cuando todo sea sombras.





DESEO EN FLOR
Tímida aflora entre tus labios/
húmeda  flor:
cual un insecto alado
vivo en constante tentación
del néctar dulce

que guarda tu boca.




INFANCIA
¿Los crepúsculos y las auroras,

madre, siempre serán tristes?






            TEMOR Y TEMBLOR

Los poemas son objetos verbales
inacabados e inacabables.
OCTAVIO PAZ.



Tu boca es fuego que habla,
ceniza perdida tu palabra,
flama tu voz, lava derretida
tu saliva, ave que canta
el trueno en tu garganta.

Tu mirada atraviesa la noche
en luz de luna, lagrimea
en mar sin olas, del árbol
su corteza arrasa el viento
que en tus ojos parpadea.

Tus manos son dos garras
que atraviesan el canto de los pájaros,
rasgan la tierra en surcos
sin arados, siembran tempestades
donde el cielo duerme sin estrellas.






         ESPEJO DE SUEÑOS

                   A Luis Alberto Sánchez


Bajo una bruma profunda
entre el olvido y el sueño,
despierto, somnoliento
herido por un amor onírico.

No hay rostros, solo espejismos,
oscuro río de imágenes perdidas,
de amores prohibidos entre
follajes verdes y ramas heridas.

Hecho de reflejos y sombras oscuras
se van construyendo los sueños,
en agua viva y cal que quema,
en mar sediento, en roca dura.

Ojos cerrados los sueños,
mar de fondo oscurecido,
memoria somnolienta
entre nieblas y amores perdidos.



                      TIEMPO
El tiempo está en las piedras,
en el rayo que quema y el trueno que brama;
el tiempo está en el mar,
en la espuma que sube y en la ola que baja;
el tiempo es viento, hojarasca,
polvo que levanta en ventarrón;
el tiempo es oruga que muere
y mariposa que vuela;
el tiempo es roca en la montaña,
verde valle, desierta playa;
el tiempo es flor que se deshoja,
rama que se seca, árbol que crece
en la espesura, la enredadera
que abraza a su corteza y emerge
como una telaraña de hilos verdes;
el tiempo…
es tu risa, tus caricias,
la blancura de tus senos
y el rojo de tus labios
que invita al desenfreno.




SOL ARDIENTE DE JUNIO
(Sobre una pintura de Federico Leighton)

Dormía profundamente,
natural, sin pose alguna,
como la había tomado el sueño,
abandonada ella misma
a cualquier insinuación.
La seda moldeaba un cuerpo
simbolizado en la perfección
de un orfebre divino.
Su rostro era un suspiro
angelical imperturbable.
Su piel blanca, mármol
pulido por un escultor
enamorado de su sueño,
despedía ese aire supremo,
del creativo hálito de Dios.
Sus párpados cubrían la magia
de unos ojos entregados a
la contemplación interior
con serenidad y sosiego,
sumida en la paz espiritual tan propia
de las diosas griegas del Olimpo.
Su rostro, apoyado en ese firme
brazo cubierto en parte
por un largo y fino cabello,
invadía al cuadro de imperceptible
silencio del tiempo detenido
en un instante por la
gracia de Morfeo.





CREDO POÉTICO
Antes de dormir…
la Poesía.

Desayuno: tostadas,
leche fresca, cereal
y Poesía.

Almuerzo: sopa de berros,
carne asada, arroz blanco
y Poesía.

Cena: ensalada de frutas
con jalea, infusión de anís
y Poesía.

Luego en sueño,
entre brumas blancas
y rostros ilegibles…
Poesía.

Sobre la tierra
y aun bajo ella…
Poesía.




DÍA FESTIVO
Duermo sobre la tierra.
En vigilia observo los pájaros
como quien mira ensimismado
un bello arcoíris. Arco multicolor,
engañoso tesoro que duerme
al final de una dura jornada.

Reposo sobre la húmeda hierba,
fragancia que adormece,
embriaguez que alcanza
al corazón en su guarida.

Los pájaros siempre:
entre árboles frondosos
que llegan a mis ojos
en dulce calma.
Regocijo en este bello día
mi esperanza, esa dulce
promesa donde el negro es blanco
y el azul es cielo
que perdona.




CONFESIÓN
Era yo otro tiempo un pastor de estrellas
y la vida como luminoso canto.
Valle Inclán.

Miro mis pies,
toco mi boca,
clarín iluminado
de sonidos.
Acaricio las arrugas
de mis manos y mis brazos,
dulces saharianas en pequeño;
entonces es mi pecho
un corazón en llama viva.

Pero a veces pienso
que me engaño,
(leve espejismo
que martilla mi memoria)
y mi boca no es mi boca,
y la vida es la ilusión
que juega entre la luna
y las estrellas.

¿Seré un río, una cascada,
una hoja seca, una rama,
un sueño en el tiempo
que sabe que ha vivido
aunque todo sea un sueño?


g