Para Gabrielle, Hámnet, Alesia y Magari,
con el amor de papá.
“Las voces de los otros”: Síntesis de toda una obra
Realizando un análisis a la trayectoria literaria y poética de Guillermo Delgado podremos observar que a lo largo de su vida constantemente ha lidiado y seguirá lidiando grandemente en dos aspectos totalmente antagónicos: “la de amar y odiar sin compasión”, un amor y un odio que se enlaza formidablemente con el pesimismo, con los adioses sin retorno y con la muerte; indudablemente “las voces de los otros” no es la excepción.
Guillermo me dio el gran honor de ser una de la primeras personas en leer este poemario, el cual he leído, estudiado, analizado y sintetizado con gran deleite, pues considero que con estos versos, Guillermo, ha llegado a la madurez con la que todo intelectual, y más aun todo poeta, sueña alcanzar. Una madurez que se logra sólo con el trabajo y el estudio, puesto que sus versos advierten una gran influencia de los representantes de la “Edad de oro” (titulo que mas agrada a Guillermo), sobretodo del llamado”primer renacimiento”, cuyo mas ínclito representante fue Garcilaso de la vega. Versos como “…yo la amo/ tristeza…”, conjugan armoniosamente en las antítesis. El amor, el amor y la musicalidad, la sensualidad y el culto a la belleza son una constante en sus versos; muy barroquista, a pesar que mas es de su preferencia la versificación libre; y por sobre todo “ simbolista”, ya que sus versos están siempre cargados de efectos de luz y de color, que haciendo contraste con las sinestesias que iluminan sus versos da vida o muerte, luz o penumbra a toda su obra. Es por ello que “Las voces de los otros” es, sin duda, la síntesis de toda su obra literaria, obra que indesligable de sus albedríos, forman parte de una muestra de sinceridad y veracidad de las cuitas que lo atormentaron a lo largo de su vida.
Guillermo Delgado nos ha devuelto la poesía académica, erudita, simbolista y de exquisito léxico poético. Sus versos son, como diría Charles Baudelaire en su poema “Le parfum” (El perfume): “… charme profond,magique,dont nous grise/ Dans le présent le passe restauré!...” (¡Encanto profundo, mágico, que nos gana / en el presente y que restaura el pasado!), la soledad y el llanto lo perturban, “como un niño extraviado en la noche de un bosque infinito” y los acompañan desde siempre y para siempre.
Sin más que decir, les doy la bienvenida a la” función de gala desde un palco a oscuras” de las “voces de los otros” y que una caricia roce sus sentidos.
Lima, jueves 1 de setiembre de 2005.
Jorge Dávila.
RAQUEL
Attendons dans le calme
Et le recuellement
RIMBAUD
Es el viento / que con sus brisas/
deshoja aquel manzano sin memoria.
Es la primavera o quizá el otoño
que te persigue a toda hora/
pequeña Raquel/
la que te hace olvidar los frutos
del manzano y las flores
de otros tiempos.
Que solo tú/ y tu sueño indefinible
respiren los aromas
del olvido.
Ya el silencio que acoge mi corazón
ha de escribir también/ a su manera/
la sobrevivencia del amor.
BESO
TUS LABIOS…
Beso
tus labios
de
color carmín.
Cálida
y roja
es
la boca o flor
que
en mi aliento
se
abre o se deshoja.
Rosa,
que antes
de
mi boca,
tu
aroma disipaste
entre la hierba
como
una dulce
y
solitaria
mariposa.
Rio,
mar,
tierra,
aire,
fuego, todo,
todo
lo consumes
rosa
alada.
Reina
entre las flores:
roja,
amarilla,
púrpura
o rosada,
siempre
a mis oídos
los
ecos de tu amor
traerás
mujer
amada.
ASI
DE TRISTES LOS ADIOSES
Para
Gabriela Aponte
Eres
pequeña
y juguetona
como
una mariposa
de agosto.
Cerillas
que se encienden
son
tus ojos
cuando
me abrazas
tiernamente
con
la necesidad
de
amor que me perturba.
Cuando
revoloteas
picara
y tierna
con
tus alitas de seda
en
torno mío,
tu
candor y tu ternura
despiertan
mi corazón
en los días de abril.
Tú
eres así de turbadora.
en
tus labios conocí
la
emoción irrepetible
que
desborda los sentidos.
Delirio
tu risa,
ardiente
tus labios
como
tu voz atiplada
de
niña
traviesa.
Y
ahora que el tiempo
arrebata
tu vuelo
dejando
atrás tu candidez,
soy
tan solo esa flor
que se confunde
de
tu huerto
en
su follaje.
(¿En
qué momento
mujer de mis ensueños
se
encenderán tus alas
de
cera y tu mirada
opaca
llenara tus
ojos
de negrura?).
Ahora
que bajo tus alas
la
brisa me trae una fresca
y
tierna primavera/
mis
ojos/ anegados
por
esa ilusión juvenil
de
otros tiempos/
desvanecen
la ternura
de
una vida recogida
en
flor marchita
que
resiste tus encantos.
Yo
te quise/ me quisiste.
Tú
seguirás viviendo
mariposa
perdida
en
otro aliento/
y
yo seré cenizas
arrojadas
en el mar
de
tu recuerdo.
YO
NO QUIERO UNA TUMBA...
Yo
no quiero una tumba
ni
una losa desnuda/
ni
tampoco cenizas
donde
vengas a orar.
Que
mi voz hecha versos
se
disperse en las olas
entre
el viento que arrecia
y
la espuma del mar.
Recordando
las horas
he
cerrado los ojos/
en
un tiempo perdido
que
me hacía llorar.
Hoy
he vuelto, Cecilia,
ha
soñarte de nuevo/
como
ayer entre sombras
cual
nocturno de sueños.
Y
he pensado en la muerte
invadiendo
el recuerdo/
de
una rosa encendida
que
se pierde en el tiempo.
Esa
rosa traviesa
que
recorre tu cuerpo
cual
un cisne desnudo
que
navega en el viento.
ROCÍO
Tu
nombre:
lagrimas
pasajeras
que
se posan en las flores
y
en las hojas
de
mañana.
Rayos
que se asoman
en
tus senos
...en
la aurora y el
otoño
de la vida confundidos.
Otoño
o aurora...qué más da,
si
hay primavera en mi corazón.
BAJAS
PASIONES...
Bajas pasiones
las que se escoden
cuando el trino de las aves
se inflaman con la aurora.
Suave es el canto
que trae una esperanza
a mi corazón a toda hora.
AQUÍ
EN MI PECHO...
Aquí
en mi pecho
se
agitan las mareas
y
las crestas de las olas
de un mar embravecido
que
tus labios calman.
TRISTEZA
Tristeza/
suspendida
en
la cuerda de mi espíritu
regresas.
Clepsidra/
cáliz de sermón
dominical/
fuego de estío/
retornas
complaciente
y
puntual
como
flor primaveral
en
su último suspiro.
Qué
poseo de ti/ que afanosa
me
buscas hurgando en cada
paso
de mi vida;
en
cada voz de mi palabra
en
cada sueño que se postra
en
los labios de mi amada.
Yo
la amo/ tristeza.
Primavera
su risa. /
sus
parpados otoñan
en
mi pecho/ cuando
el
amor revela sus secretos
entre
sombras vespertinas; /
cuando
su aliento nubla
mi
cuerpo en caricias
innombrables/
y los ecos
de
su voz/ que se apagan
en
un canto matutino
nos
revelan que la vida
merece
una alegría.
(
un niño juguetea
en
el vientre de su madre)
Una
sombra desvanece/
y
el hijo se adormece
esperando
una luz
que
fucile sus pupilas.
Yo
los amo/ tristeza.
Yo
la amo/
y
aun cuando ella
se
eternice en mi cuerpo
en
un abrazo/
yo
estaré esperando/ compañera/
lazarilla
de los muertos
que
respiran.
ROSA
PACÍFICA
Para
Alejando Romualdo.
La
rosa de Romualdo
es
la presente/
la
de Adán
la
permanente.
parece
que sin saberlo
hay
rosas discrepantes/
en
color, aroma y sutilezas/
frutos
de vergeles diferentes/
que
buscan desafiar
a
quienes cantan/
su
divina belleza deslumbrante.
aquella
rosa sorprendida
cantada
por Sologuren/
también
rivaliza en colores
de
aquella que inmortalizó
Valcárcel/
o de esa rosa
señera
cantada por
Arturo
Corcuera.
yo
he cantado también
a
tu encanto/ rosa atesorada/
fragancia
de flor ensimismada/
de
olor, candor y arrogancia.
rosa
pura, vanidosa y encendida/
juguete
del viento desflorada/
buscando
estoy quimera/
donde
encontrar quisiera
una
rosa tierna, dulce, pacifica/
pétalos
que en una sola rosa
todos
los cantos hubiera.
AÑORO TU MIRADA REDENTORA...
Añoro tu mirada
redentora
cuando siento a mi alma prisionera,
en duelo, por no
tenerte en esta hora
en que el mundo es un rio sin ribera.
El agua que desborda
de ese rio
aniega mi alma de
dolor y de nostalgia,
será por eso que a
veces me sonrió
tratando de ocultar
esta desgracia.
Pero aun cuando la
pena me devora
y el desaliento a
ratos me atormenta,
suelo pensar en ti, Cindy
querida.
Reclama en su memoria
tu presencia
aquel para quien eres
quien te adora,
bálsamo de amor que
das la vida.
ME ASOMBRA EL BRILLO...
Me asombra el brillo
de tus ojos,
y más,
la fuerza rejuvenecedora
que tiene tu amor.
LA LUZ QUE TÚ ME NIEGAS
Sólo un paso mío
y todo será luz
¿Será tu voz en
sombras
la que guie mis ojos?
¡Oh! Dios
que se oiga tu voz
cuando todo sea
sombras.
DESEO EN FLOR
Tímida aflora entre tus labios/
húmeda flor:
cual un insecto alado
vivo en constante tentación
del néctar dulce
que guarda tu boca.
INFANCIA
¿Los crepúsculos y
las auroras,
madre, siempre serán
tristes?
TEMOR Y TEMBLOR
Los poemas son objetos verbales
inacabados e inacabables.
OCTAVIO PAZ.
Tu boca es fuego que habla,
ceniza perdida tu palabra,
flama tu voz, lava derretida
tu saliva, ave que canta
el trueno en tu garganta.
Tu mirada atraviesa la noche
en luz de luna, lagrimea
en mar sin olas, del árbol
su corteza arrasa el viento
que en tus ojos parpadea.
Tus manos son dos garras
que atraviesan el canto de los pájaros,
rasgan la tierra en surcos
sin arados, siembran tempestades
donde el cielo duerme sin estrellas.
ESPEJO DE SUEÑOS
A
Luis Alberto Sánchez
Bajo una bruma profunda
entre el olvido y el sueño,
despierto, somnoliento
herido por un amor onírico.
No hay rostros, solo espejismos,
oscuro río de imágenes perdidas,
de amores prohibidos entre
follajes verdes y ramas heridas.
Hecho de reflejos y sombras oscuras
se van construyendo los sueños,
en agua viva y cal que quema,
en mar sediento, en roca dura.
Ojos cerrados los sueños,
mar de fondo oscurecido,
memoria somnolienta
entre nieblas y amores perdidos.
TIEMPO
El tiempo está en las piedras,
en el rayo que quema y el trueno que brama;
el tiempo está en el mar,
en la espuma que sube y en la ola que baja;
el tiempo es viento, hojarasca,
polvo que levanta en ventarrón;
el tiempo es oruga que muere
y mariposa que vuela;
el tiempo es roca en la montaña,
verde valle, desierta playa;
el tiempo es flor que se deshoja,
rama que se seca, árbol que crece
en la espesura, la enredadera
que abraza a su corteza y emerge
como una telaraña de hilos verdes;
el tiempo…
es tu risa, tus caricias,
la blancura de tus senos
y el rojo de tus labios
que invita al desenfreno.
SOL ARDIENTE DE JUNIO
(Sobre una pintura de Federico
Leighton)
Dormía profundamente,
natural, sin pose alguna,
como la había tomado el sueño,
abandonada ella misma
a cualquier insinuación.
La seda moldeaba un cuerpo
simbolizado en la perfección
de un orfebre divino.
Su rostro era un suspiro
angelical imperturbable.
Su piel blanca, mármol
pulido por un escultor
enamorado de su sueño,
despedía ese aire supremo,
del creativo hálito de Dios.
Sus párpados cubrían la magia
de unos ojos entregados a
la contemplación interior
con serenidad y sosiego,
sumida en la paz espiritual tan
propia
de las diosas griegas del Olimpo.
Su rostro, apoyado en ese firme
brazo cubierto en parte
por un largo y fino cabello,
invadía al cuadro de imperceptible
silencio del tiempo detenido
en un instante por la
gracia de Morfeo.
CREDO POÉTICO
Antes de dormir…
la Poesía.
Desayuno: tostadas,
leche fresca, cereal
y Poesía.
Almuerzo: sopa de berros,
carne asada, arroz blanco
y Poesía.
Cena: ensalada de frutas
con jalea, infusión de anís
y Poesía.
Luego en sueño,
entre brumas blancas
y rostros ilegibles…
Poesía.
Sobre la tierra
y aun bajo ella…
Poesía.
DÍA FESTIVO
Duermo sobre la tierra.
En vigilia observo los pájaros
como quien mira ensimismado
un bello arcoíris. Arco
multicolor,
engañoso tesoro que duerme
al final de una dura jornada.
Reposo sobre la húmeda hierba,
fragancia que adormece,
embriaguez que alcanza
al corazón en su guarida.
Los pájaros siempre:
entre árboles frondosos
que llegan a mis ojos
en dulce calma.
Regocijo en este bello día
mi esperanza, esa dulce
promesa donde el negro es blanco
y el azul es cielo
que
perdona.
CONFESIÓN
Era yo otro tiempo un pastor de
estrellas
y la vida como luminoso canto.
Valle Inclán.
Miro mis pies,
toco mi boca,
clarín iluminado
de sonidos.
Acaricio las arrugas
de mis manos y mis brazos,
dulces saharianas en pequeño;
entonces es mi pecho
un corazón en llama viva.
Pero a veces pienso
que me engaño,
(leve espejismo
que martilla mi memoria)
y mi boca no es mi boca,
y la vida es la ilusión
que juega entre la luna
y las estrellas.
¿Seré un río, una cascada,
una hoja seca, una rama,
un sueño en el tiempo
que sabe que ha vivido
aunque todo sea un sueño?
g